domingo, 26 de julio de 2009

Visita al babel

Paseando por la Babilonia de los jardines a ras de suelo, tras cruzar su río oscuro y sortear alguna q otra obra, acabo en el Babel de la calle Zurita.
Negocio una consumición y el Heraldo, cuando algo en mi interior me dice que tengo que ir al retrete.
El sendero q lleva del bar a los baños está flanqueado a la derecha por un gran espejo y a la izquierda por una lámina de metacrilato translucido donde aguarda una bella señorita, con el remedio médico que mitiga el ir y fluir desordenado de las cosas. Con una instantánea robaré el recuerdo de mi paso por ahí.




Ella me dijo : Su tabaco gracias, toma una de estas pastillitas azules y el camino a la orilla del río es al fondo a la izquierda. ----Gracias por su amabilidad---
(Tengo q preguntarle al río un par de cosas, será un intercambio cultural.)
Contemplo la ausencia d esplendor del water, nada q ver con el de las madres pero asombrado descubro un mural, a la espalda del que sienta a contemplar el orden fisiológico de las cosas. Se trata de brochazos de naturaleza creciendo sin orden, desde el punto de vista de un paisajista del ayuntamiento pero con una gracia compositiva propia de los sabios orientales del pincel y el junco.
La cámara juega al gato y al ratón con la luz, y vira los colores a su gusto, con lo q no queda, unido a mi mala memoria, mas que un suave reflejo RGB acariciado por la brisa de la maleza de las baldosas.



Por la oscuridad de los ríos
estuve vagando.
Viví mi vida
en Babilonia


La naturaleza nació entre las baldosas, como la maleza en un jardín público, con las tijeras de Damocles mirando el reloj. Pero debe ser que la vida crece donde menos te lo esperas. Crece en lugares infrecuentes y alli donde se celebran sus erráticas caricaturas sólo se advierte una parte del intercambio.

Por la oscuridad de los ríos
sentí pánico,
pertenecí por fin
a Babilonia






Hay algo digno de ser visto en las galerías de arte zaragozanas. Son los cuartos de baño. Pensados para sus trabajadores, cuando entras sabes perfectamente que les has pillado por sorpresa. Indicios de vida de sus habitantes habituales productos y herramientas, restos de vida, premio al paseante sediento.

1 comentario:

esther. dijo...

nada, eso...que soy fan