sábado, 16 de febrero de 2008

El señor de los rayos X en las manos

El señor de los rayos X en las manos pide paso. A la señal , los ritmos que marcan el compás de los flujos dirigen el tráfico y un conductor cambia de una emisora a otra. Un niño le mira como si fuera la primera vez que viera una persona y el policía persigue pillarlo, no sin motivo. Hay una razón de ser para los discursos interrumpidos, como se construye una acera antes que otra. Ha venido de los estados unidos para dar conciertos con una lata y dos palillos chinos en un rincón del paseo Independencia. Es carroñero, tiene doble nacionalidad, es medio ciego y viste algo mejor que el mendigo habitual. Viaja en el tiempo; mañana irá al futuro.

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